
La intromisión de personajes ajenos al Carnaval de Oruro es la mayor muestra de sincretismo en nuestro mismo país, es así que la presencia de unos tres o cuatro pepinos encontrados perdidos y algo confundidos dentro de un Carnaval que al menos el primer dìa de entrada es más solemne y formal por la devoción a la Virgen del Socavón, nos recuerda que la alegrìa es capaz de arrastrar a propios y extraños hacia la unidad...
Así que la próxima vez que vean a un pepino en medio de morenos y diablos en el Oruro, recuerden que puede parecer desubicado pero es su sentido de unidad que lo llevó ahí... y como algunos otros dirían es la fuerza del Cavocle
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